lunes, 28 de mayo de 2012

PUERTO DEL BOYAR - PUERTA DEL HORGAZAL POR EL SENDERO DEL CABRERO

Siguiendo los pasos de varios amigos senderistas hemos trazado una nueva ruta para visitar la Puerta del Horgazal (también, túnel/puente/puerta de Coargazal, Jauletas). Partimos del asequible Puerto del Boyar y hasta pasada la casa del las Albarradas llevamos el sendero del Salto del Cabrero. En un punto determinado subimos a esta zona del Endrinal, aprovechando un antiguo sendero, hasta encontrar un valle desde el cual subir al Túnel. Son 600 m, no dificultosos, pero laberinticos, en el que ni el GPS ayuda; quienes sí lo hacen son los hitos magistralmente puestos por algún colega que llevan hasta el escondido túnel. Para el regreso nos acercamos hasta Jauletas, donde encontramos otro sendero, que tras subir a un collado, baja al mismo sitio donde comenzamos a subir por un camino de herradura muy bien trazado, aunque apenas pisado, que va siguiendo los restos de antiguas carboneras. En la subida visitamos una preciosa cueva con dos grandes ventanales/miradores y en la bajada un pilón/aljibe labrado directamente en la roca ¡en lo alto de un gran cancho calcáreo!

Nota. El sendero Puerto del Boyar-Salto del Cabrero está temporalmente cerrado por lo que debemos informarnos antes. Como alternativa se podría acceder a la Puerta del Horgazal desde el Boyar por el Puerto de las Presillas o desde Benaocaz.


El sendero del camino de don Fernando, más conocido como sendero del Salto del Cabrero, que comunica Grazalema y el puerto del Boyar con Benaocaz, será el modo de acceso que usemos para acercarnos a la Puerta del Horgazal.

Al discurrir a media ladera del Endrinal el camino es de gran belleza, ofreciéndonos variados vistas de los lugares más emblemáticos de la sierra de Grazalema. A nuestra izquierda enormes cortados a los que se asoma algún quejigo.

Si miramos hacia atrás vemos el piramidal Monete (1.444 m); a su izquierda la cañada de la Madera, lugar por el que se podría acceder bastante bien al San Cristóbal, contando con el permiso oportuno que no suelen dar, al no ser sendero oficial dentro de la zona de reserva.

Panorámica de toda la sierra del Pinar, siempre a nuestra derecha a la ida.

Al frente el corredor del Boyar por el que discurre el arroyo Garganta, Tavizna tras unírsele el Pajaruco, y Majaceite después de los Hurones, que intuimos muy al fondo.

Superadas la casa de las Albarradas (toponimia que hace referencia a una pared o cerca de piedra seca que divide propiedades u ordena el ganado) aparece una dolina con los clásicos majuelos y respetables encinas y quejigos. Al fondo el gran paredón donde habitan varias parejas de buitres.

Abandonamos las Albarradas. Para iniciar el ascenso a la zona de Coargazal aprovechamos la desaparición de los grandes contrafuertes rocosos del Endrinal en este punto, más concretamente a la izquierda del segundo quejigo. Tras un corto recorrido, ya en ascenso, aparecerá una angarilla y un estrecho, a veces imperceptible, sendero que van jalonando una tras otra numerosos asentamientos (soleras o alfanjes) recuerdo de antiguas carboneras.

La importancia de este sendero, hoy apenas transitado, nos lo señala la existencia de tramos empedrados.

La subida se hace a veces dura pero sin ningún impedimento. A nuestra izquierda aparece un gran cancho solitario y en una de sus aristas, claramente visible desde abajo, se observan dos bocas, indicativo de alguna cavidad. Atravesamos otra alambrada, bordeamos un pequeño roquedo y con una corta trepada llegamos al pequeño refugio.

Esto es lo que encontramos: una balconada cubierta en la que apenas caben 4-5 personas apretadas, pero con dos espectaculares miradores, separados por el avance pétreo que se ve en la foto.

Uno mira a la falla del Cabrero, sierra de la Silla, Hurones y la lejana Bahía. Asomándonos ampliamos la visión: a la izquierda las paredes de Coargazal que pronto visitaremos, a la derecha el corredor del Boyar.

El otro ventanal lo hace más hacia levante, zona a la que nos dirigimos; así, tras bajar, cruzaremos ese llano que vemos y subiremos a otro llano-valle superior por el collado que observamos a la derecha.

Si miramos más a la izquierda aparecen las últimas estribaciones del Peñón Grande que bajan hacia las Presillas y Albarradas. A su derecha, separados por un breve valle bien poblado de encinas, el Tajo Daleado, inicio de las cumbres del Endrinal cercanas al Simancón.

Volvemos al otro mirador, cambiamos de objetivo y “volamos” hacia el Cabrero…

… hasta casi meternos entre ambas cimas.

Bajamos, reanudamos nuestro camino buscando la gran Puerta, pero antes de cruzar el puerto miramos hacia el peñasco donde aún se aprecia la pequeña pero insólita covacha que nos recuerda a la nariz de un perro de grandes orejas (¡con imaginación, claro!).

Tras el puerto aparece el llano. Nuestro sendero enlazará con otro que viene desde el puerto de las Encinas Gemelas (nombre que le pusimos nosotros, aunque alguien nos dijo que también se llama de los Naranjos) y tomamos dirección sur en suave descenso. La roca de la foto nos avisa que, tras cruzarla, deberemos torcer a la derecha, buscando otra roca más pequeña, un pequeño hundilón y una flecha que nos señala la dirección inicial a seguir.

Desde aquí son 600 m de lapiaces, recovecos, pequeños bosquetes de encinas, laberintos rocosos… no muy complicados de cruzar pero que si no fuera por el GPS y los hitos que hemos ido dejando los sucesivos senderistas sería muy difícil cruzar y casi imposible de encontrar la Puerta del Horgazal. Agradecer a Manuel Limón (el blog de Manuel) y a Kiko Moya (Navegando por Senderos) los track y consejos para llegar.

Y cuando menos lo esperamos, tras rodear un bosquete de jóvenes encinas, aparece este gran túnel natural. Una pequeña antesala verde y soleada precede al gran agujero de considerables dimensiones (11-12 m de largo x 4-5 m de ancho medio y altura variable que llega a los 6-8 en algún punto).

El suelo está lleno de derrumbes procedentes del techo sobre todo.

Y esta es la boca final, tras ella el corredor del Boyar, la sierra del Pinar y el abismo.

Algunos compañeros, usando cuerdas y arneses lograron bajar hasta la empinada ladera.

Pasamos largo rato escudriñando el grandioso paisaje que nos ofrece una de las aberturas del túnel. Solo si nos fijamos mucho veremos un redondelito en lo alto de un gran cancho calizo aislado.Los prismáticos y el zoom de la cámara parecen confirmar que se trata de un pilón o aljibe. Pero, ¿ahí en lo alto?

El horizonte es amplísimo, llegando hasta nuestro pueblo: Villamartín.

Vista contraria a la llegada.

Con facilidad podemos subir al puente que se forma encima del túnel y buscar una explanada a modo de mirador. Aproximándonos a uno de sus salientes podemos ver la boca de salida.

Iniciamos el regreso por el mismo galimatías de rocas, bosquetes y lapiaces. Iremos de hito en hito porque todos los rincones son iguales. En algún momento del descanso alzamos la vista hacia el Circo del Dornajo y el cerro Morrocano.

Bautizamos hace ya años, y parece que el nombre ha sido aceptado, a este cerro como Morrocano. Morro, porque actúa como faro dada su considerable altura (1.453 m) y cano por su color. Obsérvense las filigranas trazadas por la intensa meteorización.

Enlazamos con el sendero que traíamos y lo continuamos buscado una pequeña, fresca y agradable dolina. De ella salen dos senderos, el de la izquierda lleva a la pinaleta de Jauletas y el de la derecha (el nuestro) hacia un puerto que nos llevará en ruta circular al regreso, dejando la crestería de Jauletas a la izquierda.

A la derecha, entre las encinas, aparece la cima del Coargazal (1.305 m). La cara SE presenta una gran concavidad, en sombra a esa hora de la tarde.

Desde el puerto, hasta enlazar con el sendero del Cabrero, encontramos cada 200-300 m unas zonas allanadas, incluso con murete de piedra para darles horizontabilidad y estabilidad; estos círculos son las soleras o alfanjes, lo que queda de las antiguas carboneras.

Su gran número (contamos unas 15) nos indica el intenso carboneo al que estuvo sometida la zona, así como la inexistencia de encinas adultas de gran porte.

Por suerte si las hay jóvenes, fruto de repoblación o brote desde el tocón. El sendero parece especialmente trazado para que las recuas pudieran acarrear la producción de carbón. A falta de nombre proponemos para este sendero Camino de las Carboneras.

Una carbonera es básicamente un amontonamiento de leña ordenada por tamaño con una chimenea  central y unos orificios de entrada de aire (boqueras) para que respire. Se cubre de tierra que evite la entrada de oxígeno. La combustión incompleta de la madera suele durar 35-40 días, alcanzando los 400º C en su interior.(Más información) (Fotografía).

Pues sí, es el pilón-aljibe del HORGAZAL, logramos acceder a él y confirmar lo que veíamos desde arriba. Perfectamente tallado en la roca, con un reborde que aumenta su capacidad es una autentica piscina de 2,5 x 1,5 x 1,2 m, es decir, una capacidad de más de 4.000 litros de agua que una goma conduce a alguna bañera que no localizamos.

Desde el pilón se puede observa el gran boquete exterior del Horgazal, empequeñecido por la distancia.

El atardecer nos sorprende de regreso, el Sol acaba de ocultarse tras la ladera del Pinar, la oscuridad cubre poco a poco el corredor del Boyar.







Agradecimientos y más información:
Rutas y Fotos (El blog de Manuel).
Navegando por Senderos (Blog de Kiko Moya).
Entorno a Jerez (Agustín García Lázaro).
dRuta (El blog de José Manuel Oneto).

9 comentarios:

Selu dijo...

Magnifico reportaje, enhorabuena. Cada vez tengo más ganas de visitar esta zona.

kiko dijo...

Felicidades Pedro, Magnífica entrada. Precioso el pilón. La nueva salida al Cabrero-Boyar la tenia en mente para bajarla, aunque en las rutas que hemos hecho no estaba previsto. Gracias por despejar esa duda que tenía, por si en el futuro paso por ahí. Un Saludo.

Tercer Tiempo dijo...

Saludos Selu. Aún puedes aprovechar alguna tarde que refresque de Junio. La sierra mantiene su verdor.
Saludos Kiko. Ya te comenté que teníamos previsto, siguiendo tu track, bajar hacia el Cabrero, pero providencialmente apareció este magnífico sendero, que hemos denominado "Camino de las Carboneras" que nos permitió visitar el pilón y bajar al lugar de inicio del tramo circular.

AGL dijo...

Felicidades por ese reportaje tan bien elaborado y por ese "Camino de las carboneras" que espero recorrer. Por correo aparte te mando un "regalito".
Un cordial saludo: AGL

Trotones de Arcos dijo...

Extraordinario trabajo. Gracias por vuestra dedicación. Saludos.

Pacorrillo dijo...

Comentar que ese pilón está hecho a base de cincel y martillo. A ratos libres durante años y como pago de alquiler para poder utilizar la zona para tener cabras, o cerdos o algo así. Época de hambre. Corroborado con alguien que vivió en la zona cuando era pequeño. Estamos deseando conocerlo. Un saludo y buen reportaje.

Tercer Tiempo dijo...

Interesante información Pacorrillo. Después de conocerla el lugar aumenta su interés.

desde mi azotea dijo...

por favor , ¿ tendrian el track de la ruta ? ...gracias

Pesangil dijo...

Carlos, en esta misma entrada, poco antes de la primera foto tienes un enlace a Wikiloc donde puedes descargar el track. De todas formas ten en cuenta que el sendero desde El Boyar hacía el Salto del Cabrero está cortado. Si lo que quieres llegar es a la Puerta del Horgazal tendrías que hacerlo desde Benaocaz, en una ruta digamos "complicadilla". Hay track en Wikiloc. Si quieres escribenos a nuestro correo de El Tercer Tiempo.