Aprovechando
la estancia en la Residencia del Tiempo Libre de esta localidad, realizamos una
completa circular para conocer los ríos de piedra, los tremedales y los
grandiosos pinares de pino albar que cubren las laderas de la sierra del
Tremedal. Aprovechamos el trazado para visitar el enclave del Mirador de la
Portera, varias fuentes y finalmente entrar para recrearnos en la monumental
parroquia de San Millán.
Datos:
Distancia: 16,3 km / Desniveles: +500 / -500 m / Tiempo: 5 horas
La
Residencia del Tiempo Libre de Orihuela se encuentra en la carretera que
comunica el pueblo con el santuario, a 1,5 km del primero y por encima de los
1500 m de altura. Este alojamiento turístico es el más cercano al río de piedra
más grande de Europa y a los grandes tremedales que dan nombre al entorno.
Cuenta con todo lo necesario para pasar unos días muy agradables. Web.
Desde la Residencia, un atajo nos lleva ladera arriba evitando de este modo la carretera y acortando la distancia. A poco de empezar podemos ver los restos de un poblado celtibérico.
Ya en el tramo final enlazamos con la carretera que desemboca en el Santuario de Ntra. Sra. del Tremedal, ya
visitado en una ruta anterior. Enlace. Por el sendero, que coincide con el
camino de la romería, encontramos los primeros ríos de piedra.
Varios
indicadores nos ayudan a situarnos. Nosotros tomamos el que indica «Camino de
los Griegos», que nos lleva, en principio, hasta el puerto de Orihuela. Tomamos
esta imagen en el punto más alto de la ruta (1824 m), en la ladera del Alto de
Tremedal (1893 m).
La
senda cruza o bordea impresionantes pinares de pino albar (Pinus silvestris).
Es fácil distinguirlo de otras especies por el color claro que toma la corteza
a cierta altura. En cambio cerca del suelo es mucho más oscura y áspera para
defenderse de la fricción a la que la someten los ciervos y otros animales.
Vistos
de cerca los troncos se muestran cubiertos de líquenes y musgos de variadas
especies.
Llegamos
a un gran descampado que coincide con el puerto de Orihuela (1662 m). Vemos
como algunos pinos solitarios disponen sus ramas hacia el mismo lado por la
influencia de los vientos dominantes.
Alcanzamos
este gran prado, bruscamente cortado por unos escarpes, que durante un tramo
quedan paralelos a nuestra ruta, hasta llegar…
…al
mirador de la Portera donde desaparecen. La imagen está tomada desde lo alto
del observatorio, donde una vez más los pinares ceden sitio a los prados. Un
caserío o refugio completa el paisaje.
En
esta zona giramos a la izquierda, dejando el perfil del mirador al fondo,
buscando el valle del arroyo de Gargantavellanos,…
…que
pronto encontramos, pero convertido en el Río de Piedra de Gargantavellano, ya
que el agua circula bajo las rocas. Estos singulares ríos son acumulaciones
periglaciares principalmente de cuarcitas que descienden de los macizos de
Tremedal y Caimodorro. En esta zona se encuentran formaciones de 2,6 km de
largo y 250 m de ancho. En algunas ocasiones, a su término se forman los
humedales conocidos como tremedales.
Siguiendo
pistas forestales llegamos a la balsa de la Toba, pequeño embalse en el río
Gallo. Este afluente del Tajo, nace en esta sierra del Tremedal, aunque pronto
pasa a tierras de Guadalajara labrando en las cercanías de Molina de Aragón el
impresionante Barranco de la Hoz.
Una
vez cruzado el Gallo bordeamos el embalse y al otro lado acercamos con el zoom
esta fuente que en los mapas aparece como la del Tío Mantecas.
En
el mismo borde del camino y, poco después, aparecen dos nuevas fuentes juntas.
Esta primera es una pequeña cascada que surge entre musgos y rocas.
La
segunda está bien acondicionada, formando parte de una zona recreativa. Es la
fuente del Cura, de agua fresca y deliciosa. Utilizamos el lugar para descansar
e iniciar el camino hacia Orihuela,…
…pasando
por un nuevo manantial, el de La Antamilla.
Consultamos
sobre estos monolitos, muy comunes a la entrada de los pueblo, «los peirones».
La web del Gobierno de Aragón nos dice que «Las cruces de término, denominadas
peirones en Aragón, son pilares o monolitos construidos en piedra o ladrillo
que se localizan en las proximidades de un gran número de pueblos de la
comunidad. Tienen una doble funcionalidad: por un lado señalan el inicio o
confluencia de caminos, siendo referencia fundamental para identificar lugares,
y por otro lado tienen un carácter devocional, santificando el lugar que
ocupan. Hasta nuestros días han llegado numerosos ejemplares que se localizan
sobre todo en las provincias de Teruel y Zaragoza». Este de Orihuela está
dedicado a santa Lucía.
Entramos
en el pueblo buscando la inconfundible silueta de su parroquia, dedicada a San
Millán de la Cogolla. Elevada sobre el río Gallo, entramos por su fachada
neoclásica y nos encontramos…
…con
una impresionante iglesia de porte catedralicio, iniciada en 1770, con tres
naves, crucero en cúpula e imágenes de gran valía y antigüedad.
Una
vez visitado el pueblo iniciamos la subida hacía la Residencia. Aunque queda
fuera del track, en la carreterilla que los une, encontramos un desvío a la
izquierda que decidimos visitar por la tarde. Indica “Fuente de los
Pradejones”, “Tremedales” y “Gotiales”. Siguiendo la amplia pista encontramos:
La
fuente de Los Ojos, incrustadas en la ladera y rodeada de oscura materia
orgánica donde se inician algunos tremedales.
El
tremedal de Los Ojos, con una lagunilla de aguas ácidas. Estas formaciones
constituyen un singular complejo de humedales, englobando numerosas turberas
llamadas gotiales. En estas zonas pantanosas la materia orgánica se genera a
mayor velocidad que la que se descompone. El resultado es su acumulación en
formaciones turbosas, el suelo adquiere una consistencia cenagosa que «tiembla»
al ser pisado, de ahí el nombre de tremedal, (tremĕre, 'temblar').
Arroyo
de Los Ojos, al que llegamos disfrutando de estos insólitos lugares, con aguas
poco agradables a la vista por la acidez y el drenaje de los tremedales.
Fuente
de los Pradejones, donde damos por finalizada nuestra visita.
Ruta
realizada con los amigos senderistas de AGAJUDO (Asociación Gaditana de Jubilados
Docentes), acompañados por Agustín Montón, director de la Residencia del Tiempo
Libre de Orihuela del Tremedal.
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