domingo, 15 de diciembre de 2013

LA TOLETA - VALLE DEL GUADALETE - CERRO DEL CINCHO

Partiendo desde el área recreativa y caserío de La Toleta, nos adentramos Guadalete abajo por un estrecho sendero muy marcado por las bicis de montaña, hasta llegar al azud del molino de Villalón. Salimos del valle buscando el cerro del Cincho por la casa de la Mota, el puerto del Calvario y la ermita de la Gloria, hasta dar con el cordel de Algodonales-Morón. Una vez allí bajamos al profundo valle del pequeño arroyo de la Armada e iniciamos el ascenso al Cincho (527 m) por su deforestada ladera de solana, para bajarlo por la poblada ladera de umbría, hasta localizar la pista que nos lleva al llano de Palas, repetir el tramo del arroyo de la Armada y regresar a La Toleta paralelos al Guadalete y a la cercana Junta de los Ríos.



Frente al caserío de La Toleta encontramos una alambrada que debemos seguir (sin cruzar) por un sendero muy transitado por bicis de montaña.


El Guadalete siempre queda a nuestra derecha. Oiremos el rumor de sus aguas y a la altura del arroyo de La Mota podemos bajar a su cauce entre la vegetación de ribera.


Una segunda bajada al río podemos hacerla a la altura del arroyo Sasa, aquí el cauce es amplio y despejado, incluso podríamos avanzar por su orilla un buen trayecto.


Hemos salido temprano y nos sale en sol otoñal en pleno valle.


La Vía Verde de la Sierra discurre paralela a nosotros y al otro lado del Guadalete, en este tramo muy encajado entre dos cerros o castellares. Frente a nosotros (no visible) los restos de la posada de la Tocina, lugar donde comían los trabajadores durante la construcción del ferrocarril de la Sierra.


Entramos en zona de molinos (Villalón, Bastian…) y en las aguas, más transparente de lo habitual, aparece una gran piedra molinera.


Entramos en el sector conocido como los Castellares (del Algarrobo, de la Cuchara, de Jalifa…), siendo muchos los cerros coronados por estos “castillos” calizos.


En algunos puntos el sendero se introduce bajo el espeso bosque mediterráneo.


Poco antes del tramo conocido como Codo de Villalón aparece el azud del molino del mismo nombre.


Cuando la pequeña presa estaba intacta debía formarse un hermoso lago en la zona.


Junto al azud aparece esta inscripción en la que entendemos aparece una fecha: 26-9-963, unas iniciales: JPD y alguna otra anotación: PLA…


En el punto anterior decidimos abandonar el valle aprovechando un cortafuego y retomar hacia la zona más montañosa de la sierra de la Espuela. Otro de los bonitos castellares, algunos de ellos con claros vestigios arqueológicos, y en el fondo del valle Huerta de la Rueda.


Unos chopos nos señalan un punto donde encontramos un nacimiento que llena un depósito de grandes proporciones. Catalogado en Conoce tus Fuentes como Manantial de Sasa.


Ganamos con rapidez altura y nos dirigimos por un agradable sendero al Puerto del Calvario, que actúa de divisoria entre la sierra de la Espuela y los cerros de La Toleta y Sosa. Observamos acebuches mayores que muchos olivos, magnas encinas y algarrobos de gran porte como el de la imagen.


Por el sendero que baja a la derecha del ciclista llegamos al carril, que procedente de La Toleta abraza al cerro del Cincho y al de la Arena. La cartelería nos informa que circulamos por el cordel de Morón-Algodonales. Un centenar de metros más arriba quedan los restos de la ermita de la Gloria.


En lugar de seguir el amplio carril bajamos al cauce del arroyo de la Armada, para cruzarlo y volver a elevarnos, con lo cual acortamos bastante.


Un complejo sistema de sendas, como ya hemos comentado bien marcados por ser usados por bicis, nos lleva hasta el Cincho por su ladera más seca. Aconsejamos subir primero a esta antecima que dispone de mejores vistas. A lo lejos destaca monte Agudo, sobre el que se asienta el castillo de Cote.


Llegamos a la cima, por decir estuvimos allí, que no destaca precisamente por sus vistas, pero si iniciamos el descenso hacia el Guadalete encontraremos un amplio mirador. Destacamos la gran laja del cerro del Juncal que ya visitamos en la ruta La Laja de los Juncales.


Un lugar tentador al que queremos visitar: el arroyo de las Hermanillas. Y otro en el que ya estuvimos: Huerto Morisco, la vega triangular o delta del arroyo.


Bajamos del Cincho por la otra ladera, la de umbría, totalmente distinta. Un espeso bosque de coscojas, acebuches, algarrobos… y muchos madroños. La bajada es espectacular, en apenas 900 m descendemos 200 m (23%) con tramos superiores al 30%, delicia de los ciclistas.


Llegamos al puerto de las colmenas y torcemos a la derecha por un tramo a media ladera buscando otra vez las pistas que circunvalan este terreno.


De este tramo destacar las vistas a la angostura de la Toleta y el par de canchales que debemos atravesar. Más madroños, aún cargados de frutos picoteados que la falta de lluvia de este otoño de 2013 hace que no caigan.


Circunvalando el cerro por la monótona pista nos deleitamos con el gran valle que forma el Guadalete en este tramo medio-alto.


Si fueran carballos gallegos (robles) llamaríamos al lugar una carballeira, son quejigos alimentados por la fértil tierra del Llano de Palas y las aguas del arroyo del Cañuelo.


Quejigo del Llano de Palas, árbol singular gaditano que destaca por el diámetro de su tronco. Como casi todos es un quejigo mocho afectado por el carboneo.


Al otro lado del arroyo otra singularidad, ahora una encina también de tronco desproporcionado de hasta 7,7 m en su base. Enlace.


Nos salimos de la pista para visitar el rancho en ruinas cercano al Llano y a un helipuerto.


De regreso vamos buscando atajos y senderos para evitar la pista forestal. Encontramos a la derecha, primero la alcubilla y después el pilón de la fuente de los Arrieros, catalogada en su día por el amigo J. Manuel Amarillo.


Ya muy cerca de la Toleta encontramos este atareado rebaño comiendo las hojas de olivos adquiridas por sus propietarios en la cooperativa aceitera.




Estuvieron por la zona en otras épocas menos secas:

2 comentarios:

Manuel Román-Naranjo Romero dijo...

Me parece estupenda la labor de divulgación de la riqueza natural, biológica, histórica, etc. del entorno de nuestros pueblos que hacéis a través de vuestras rutas de senderismo. Un gran blog, unas fotografías buenísimas y unas grandes descripciones aunque quizás se eche en falta un mayor nivel de participación a través de los comentarios.

Saludos

Tercer Tiempo dijo...

Gracias por tus elogios Manuel. Ruta y fotografías aún mejorarán más tras las lluvias que estamos teniendo al inicio del invierno de 2014. Este lugar en primavera es encantador.